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La Otra Cara de Liliput

Anda tú, mira lo que pasa

Como he dicho, últimamente he estado ocupado. Lo que pasa en estas situaciones es que en un momento dado te tomas un respiro, miras a tu alrededor, y ves que el mundo ha cambiado !!! Sería el momento de soltar un taco, pero el compañero Tristán cree que digo demasiados (aquí vendría perfecto un "que se joda", pero voy a hacerle caso). El caso es que tú estás tan tranquilo con tus cosas, y de repente ¡se ha muerto el Papà! ¡el mundo se ha quedado huérfano! ¡hay que santificarle! ¡se llamaba Karol! ... tú con una revolución mundial alrededor, y sin enterarte de nada.

Te quedas sin palabras. Vuelves a mirar ¡que se ha muerto otra vez! Ah no, que siguen con la misma noticia. Que susto. El que se muere ahora es otro, o siguen con lo mismo. ¿y éste? ¿qué dicen de Mónaco? ¿No era de Polonia? ¿En serio se llamaba Karol? ¿Pero no es un nombre de chica?

Perplejidad. Te vas enterando que la gente se echa a las calles, a las de Roma. No puedo imaginarme la situación. Al alcalde de Roma van y le dicen: "señor, vienen cuatro millones de personas al entierro de Papa". Y el pobre hombre pensando: "por dios, y seguro que vienen todos con ganas de mear". Ahí sí que se ha necesitado la intervención del espíritu santo. Bueno y la de toda una legión de ángeles para poner baños en las calles.

Total, tú viendo que el mundo se vuelve del revés (eso dice la tele), la gente llorando, en procesiones, con misas, con velos, con sus pequeños milagros. Todo en exclusiva por la pequeña pantalla. Porque, eso sí cuando yo he salido por las calles de Madrid no he visto nada de eso. Claro que en Madrid no tenemos coliseo, ni playa, ni via apia, ni papado, ni ostias. Aquí solo está Rouco Varela, que también es mala suerte. Pero vamos, nada similar a lo de Roma. Es que en esta ciudad hay otra mentalidad, no sé algo más de aquí, castizo. Es decir para que se monten estas cosas por mi barrio, tendría que morirse ... no sé ... la cerveza.

Eso sí que sería un drama. Y claro está de eso me doy cuenta enseguida. Estaría así escribiendo en el blog, sobre florecitas y campos malayos, y de repente notaría una ausencia. Yo tenía algo aquí en la mano, oh ¡NO! ¡NO PUEDE SER! ¡MI CERVEZA HA MUERTO!!! Me imagino a miles de personas saliendo a las calles, rasgándose las vestiduras, gritando, llorando, pellizcándose para despertar. Enormes filas de desamparados en las tiendas de chinos preguntando si han conseguido salvar alguna botella. No señor, ni una sola. Todas han muerto. Sin previo aviso. Imagínate las peregrinaciones a las fábricas de Mahou, apoteósicas. Todo el electorado (seguro que incluso los del pp) pidiendo una comisión de investigación al gobierno: aclarar las causas, nunca mais, aumentad la protección al vino

Yo que sé, por causas como esas sí que entendería las movilizaciones. Incluso la propia santificación. Lo que no entiendo es esa vena que les ha dado con esto. Pues sí, se ha muerto, pero llevan muriendo papas pur un tubo desde el año cero. Que no los nombren tan mayores, que ya se sabe que pasa; que se van pronto. Luego te vienen con esas tipiqueces de cuando alguien se muere: que si era un buen tipo, que si ayudaba a los pobres, que si era amigo de los jóvenes, le gustaba tenerlos cerca. Por cierto hace un año, cura muy cercano a los jóvenes, cura que era pederasta, yo no digo nada; pero que rápido cambia todo. Y ahora lo quieren santificar.

Que queréis que os diga, pa mi que todo esto no es real, y el Karol éste, era como las azafatas del telecupón ... no era real estaba hecho por ordenador

Mientras tanto yo cuidare de mi cerveza, por si acaso

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